Casi 25...

Todos, en algun momento de nuestra vida llegamos a un momento que es decisivo; yo estoy a punto de llegar a él, pero paradojicamente estoy en la misma situación que el año pasado: solo, frente a un gran cambio en mi trabajo y tratando de emprender nuevos negocios. Hoy, que estoy a unos días de mi primer cuarto de siglo, me pongo a reflexionar y a analizar todo lo que he vivido hasta hoy: en verdad me sorprende, pocas personas de mi edad han podido experimentar las mieles del éxito a tan temprana edad (bueno, según como lo quieran interpretar). Tengo un buen trabajo que me encanta, me enfrento a nuevos retos día con día, estoy en una posición privilegiada en comparación de algunos de mis compañeros, me siento en paz conmigo mismo y con muchas ganas de progresar y salir adelante. Ante mi, se está abriendo un panorama distinto, más optimista y muy prometedor. Mi familia esta orgullosa de mí, tengo grandes amigos y estoy descubriendo nuevos; me gusta mi vida, me gusta lo que he vivido y lo que he crecido. Estoy a un paso de lograr lo que he me propuse al venir a esta gran ciudad: ser un triunfador, un ejecutivo exitoso y un hombre íntegro. Hoy, a unos días de mi cumpleaños, satisfecho volteo atras y veo que todo lo que he vivido ha sido para bien.